Diseño Concurrente (III): La importancia del tiempo


Una empresa obtiene una ventaja competitiva, al menos temporal, en la medida en que pueda
percibir y responder a una nueva necesidad del mercado.
Para conseguir dicha ventaja se ha de reducir el tiempo de desarrollo del producto, también
denominado “Time to Market”.
Debido a la necesidad de sacar productos de forma ágil al mercado, se ha de cambiar la forma
de concebir productos, para dirigir éstos hacia las necesidades del consumidor desde la primera
etapa. Ello supone un cambio de cultura corporativa de numerosas empresas. Esto no es nada
fácil, y es el Handicap del diseño concurrente. Lo trataremos en futuros temas.

Lo que generalmente se denomina tiempo de desarrollo o time to market (Griffin, 1993) hace
referencia al lapso de tiempo que transcurre desde la fase de diseño detallado hasta la fase de
introducción del producto.

La reacción a ésta necesidad de reducir el tiempo de desarrollo de las empresas ha sido la
siguiente:
Como otra consecuencia directa que tenemos debido a la competencia es la necesidad de
ahorrar lo máximo posible en costes. Se deben buscar en la medida de las posibles soluciones
conjuntas para ahorrar en estos dos factores que van de la mano: tiempo y dinero
El mayor problema de los sistemas convencionales de diseño de productos es la gran cantidad
de errores y modificaciones que debían hacerse hasta pulir la solución final.
Para solventar éste problema y de forma coordinada con el objetivo de reducir de costes se
encuentran dos vías de actuación:
  • Intercambio ágil de información y conocimiento
  • Concurrencia
Que derivan en la necesidad de enfocar el diseño basándose en el ciclo de vida.

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